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Historia
Historias de hombres y mujeres: Maroñas, zona de resistencia
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La huelga general contra el golpe de Estado del 27 de junio de 1973, que dio el presidente colorado Juan María Bordaberry, con el apoyo de los militares, tuvo en la zona de Maroñas, Camino Maldonado y alrededores, una participación masiva.

La noche anterior, el comando sindical integrado por textiles, metalúrgicos, curtidores, medicamento, construcción, madereros, etc .etc. nos reunimos en el sindicato del Congreso Obrero Textil, de Camino Maldonado 4911, para planificar la lucha contra el golpe que esa madrugada se venía.

En los turnos de las seis de la mañana, comenzaron las asambleas donde se declaraba la huelga general y la ocupación de fábricas y de centros de trabajo. En esas asambleas, donde era mucho el silencio, no hubieron muchos discursos PARA QUÉ?. Sólo se dijo en muchos lados que la disolución del parlamento y las prohibiciones al derecho de las libertades públicas, eran la consecuencia de años de cercenamiento de libertades por parte de los gobiernos anteriores, y que hoy, culminaban intentando barrer todo.

Dijimos en un comunicado leído en 120 centros de trabajo, "ésta no es una huelga por salarios ni por reivindicaciones económicas, ésta es una huelga por las libertades, es una huelga política, estrictamente política". Y también dijimos que "no sería una ocupación de fábricas encerradas, teníamos que ganar también las calles".

A las 11 de la mañana, hicimos marchas y actos contra el golpe en Industria y Centenario (fábrica CUOPAR,ENGRAW,SAPRIZA y otras que se plegaron),en Aparicio Saravia y Rafael (MANUFACTURA NORTE,SAMIC,CUERIGOM y otras), en 8 de Octubre y Marcos Sastre (CAMPOMAR, TUSAM), en Veracierto y Zumarán (ILDU,TUPLAM,SUITEX y HIGHLAND9, en Camino Carrasco y Veracierto SADIL, en Camino Maldonado y Libia MEJORAL, INLASA , CURTIEMBRES , BAMA.RAMPONI,MONTEVIDEO).

Por razones de espacio no puedo nombrar aquí más que algunas.

Cuando empezaron los desalojos por las Fuerzas Armadas, al otro día, en lugar de comenzar a trabajar, las fábricas eran ocupadas nuevamente.

La brigada 1 de Infantería del Ejército, con asiento en el km. 14 del Camino Maldonado, reprimió en forma despareja (el batallón 3, al mando del teniente coronel Rodríguez, con perros y a palos y metiendo a los huelguistas presos, el batallón 2 al mando del teniente coronel Guillermo De Nava, dialogando con los trabajadores, el 9° de Caballería de Belloni y Aparicio Saravia, a plantón y a garrotazos, el 1° de Ingenieros 'calle Chimborazo casi San Martín, a garrotazos, plantones y pobre de los obreros, que bajo una carpa de plástico, sufrieron los agravios dela represión estando presos en los cuarteles).-

A los dueños de la fábrica textil ILDU, de la calle Veracierto, no les gustó el desalojo que hizo el batallón 2 de infantería, lo consideró muy suave.

Por eso, para el nuevo desalojo de los huelguistas, llamó a la Guardia Republicana, comandada entonces por el coronel Ballestrino. A palos entre las piernas, insultos, para meter mucho miedo, sacaron a los trabajadores a la calle, pero éstos no se entregaban. Las radios, la T.V. intervenidas, vociferaban amenazando para que volviéramos al trabajo. Quizás nunca se pueda escribir todo lo que aquellos trabajadores hicieron. Qué valentíapolítica!

Para quebrar la huelga, la dictadura se descolgó con el famoso decreto del 4 de julio: "todo el que no volviera al trabajo podía ser despedido y sin indemnización" La campaña de terror psicológico por la prensa se acentuó. Los cuarteles y el cilindro municipal, transformado en cárcel, "reventaban" de presos.

La represión, a todos los niveles, se acentuó. Y esto a escala nacional.

Llegamos al día 9 de julio, donde a las 17 horas se realizó una concentración en la plaza El Entrevero. Algunos obreros fuimos acostados en el piso de

los camiones. Otras fábricas con banderas simulando ser cuadros de fútbol.

Otros como pudieron. La represión fue sanguinaria. La situación en las fábricas ocupadas y reprimidas a diario se fue haciendo insoportable. La huelga iba llegando a su fin.

Siempre dije y lo diré hasta que me muera, que a lahuelga general la levantaron las propias masas trabajadoras en forma despareja. Resistimos hasta donde se pudo resistir. En un documento que redactamos y que hoy se perdió, porque nunca escribimos ni luchamos para la historia, que leímos en todas las asambleas de fábrica, a nombre de la Mesa Zonal de la CNT, que la clase obrera luchó casi sola, pero que sirvió" para arrancarle la careta a la dictadura". Lo peor recién empezaba. Y el día del regreso al trabajo fue el peor de todos. Cientos de dirigentes despedidos, prohibición total de reclamos laborales.

Todo derecho se cortó degolpe. Algunas patronales "bravas" avasallaban. Reglamentaron hasta el derecho a ir al baño, cuando un obrero iba, otro le cuidaba la máquina. Prohibieron la circulación de boletines. En 15 días los derechos adquiridos durante décadas fueron arrasados. El teléfono para denunciarnos al ejército o a la policía, ante cualquier intento de reunión en las fábricas, se usaba de inmediato. La propaganda de los sindicatos pasó a la clandestinidad.

Escondimos los mimeógrafos en casas particulares, y en esa lucha de resistencia, se imprimieron miles de volantes que eran repartidos por las noches, enmedio de un patrullaje tremendo.

Hicimos volantes también dirigidos a las Fuerzas Armadas, uno dirigido al Regimiento 9° de Caballería que decía: “A los oficiales y soldados del 9° de caballería: “Se acuerdan cuando desalojaron las fábricas que dijeron que era para el bien del pueblo?.. hoy la fábrica está cerrada, los dueños del clan Ferres estafaron al Banco República que les dio créditos para comprar maquinaria, no pagaron nada, hoy los patrones son señores y nosotros, los trabajadores subversivos, para eso el golpe de Estado?????”

Quizás algún día contemos que pasó después con ese volante, porque una madrugada volanteamos todos los accesos al cuartel, también volanteamos todo el camino Maldonado, con un volante que decía:

FF.AA: . 2 realidades.- mientras del lado oeste de la calle Veracierto se desalojó sin violencia, en la calle de enfrente el batallón 3 lanzo perros adiestrados contra los obreros.-

El Comandante De Navas del Batallón 2 fue una cosa, Y el Comandante Rodríguez del Batallón 3 fue otra. El límite de jurisdicción entre los dos batallones era la calle Veracierto.

A finales de octubre de 1973, la empresa donde trabajábamos, SADIL, cerraba sus puertas, violando un convenio de licencias.

No había un ministerio donde reclamar. Entonces dijimos "vamos areclamar al cuartel".

El jefe de personal, don Raúl Zaffaronni, no lo podía creer, y nos dijo "No se puede hacer paros. Tengo orden de avisar al cuartel". "

No se preocupe", le dije "para allá vamos". Dos cuadras antes de llegar al cuartel nos bajamos de los ómnibus (que a la empresa del amigo Ferrare nunca se los pagamos), con pañuelos blancos los que íbamos a la cabeza, y 400 obreros en columna de trabajadores de SADIL, llegamos al cuartel de la Brigada ! de Infantería en Camino Maldonado.

Dentro del mismo y al lado de la entonces Escuela de Armas y Servicios, algunos cientos de dirigentes y militantes presos. Hoy pienso, recordando esos hechos, qué valentía política la que aquellos trabajadores! cuánto desinterés

personal I cuántos riesgos I cuánta grandeza I.

A la puerta del cuartel de un Camino Maldonado todavía angosto, salió el subjefe del Batallón 2 de Infantería. Cientos de obreros reclamábamos nuestros derechos.

Pero en el fondo lo hacíamos para mantener vivo" el pulso de la resistencia ".

Al otro día, el coronel Julio César Rapella, nos convocó a tres obreros a su despacho, y mientras caminaba muy enojado, decía "Así no... así no....", como diciendo para adentro, "para qué dimos el golpe si estos siguen jodiendo".

A los pocos días, el Ejército subió en sus camiones a tres clasificadores de lana de la fábrica, rumbo a las barracas a buscar lana para que SADIL siga trabajando.

Mi homenaje profundo a Rubén Larrañaga, Pocho Luzardo y a Héctor Alvarez, que tuvieron las agallas de representar a los trabajadores y fueron solos en medio de la tropa.

Se lo pedimos y lo hicieron, porque eran auténticos revolucionarios.

Cuando a alguno de nosotros nos llevaron presos, decenas de trabajadores iban a los cuarteles a reclamar por nuestra libertad. Aún en retirada resistíamos

semana a semana, mes a mes. El 25 de febrero de 1974, los trabajadores del sector "tops" LANASUR, YOUNG, CAITEX, ENGRAW,SADIL y MANUFACTURA NORTE (hoy LANERA SANTA MARIA), nos concentramos en la Plaza

Independencia, frente a la Casa de Gobierno a las 3 de la tarde.

Allí adentro estaba el dictador Bordaberry con sus ministros. Hicimos un breve discurso al costado del edificio Ciudadela, reclamando trabajo y nos retiramos en los ómnibus en los que veníamos.

Dejamos un compañero de centinela debajo del edificio, que nos contó que llegó la Guardia Republicana despavorida, y recorrían calles y bares para poder

encontrarnos y reprimirnos. Compañeros luchadores que allí participaron: no hay palabras para reconocerles todo lo que hicimos . Hacíamos asambleas de fábricas como podíamos, y en el medio de todo esto, desocupación y miseria.

Fuimos a la Caja de Asignaciones Familiares en San José e Ibicuy, hoy Gutiérrez Ruiz, a pedir un surtido de almacén para 3000 trabajadores del sector "tops" que sufríamos de desocupación parcial. El Coronel Ibaidi, rojo de bronca, nos gritó en la cara "son unos comunistas de mierda y mándense a mudar de aquí".

Cuando bajábamos las escaleras del edificio nos esperaba el coronel Esmoris de la Guardia Republicana. Nos sacó con un fusil debajo de la pera, mientras nosotros, una caravana de trabajadores y trabajadoras, hecho que fue registrado por el entonces El Diario de la noche. Hicimos documentos sobre la situación de falta de trabajo y bajos salarios, y los llevamos a varias unidades militares. Nos repartimos entre cada fábrica un cuartel. Se entregaron en el Camino Maldonado a tres unidades militares: en el Boisso Lanza, en Avda. Burgués en el 5to. de Artillería, en el 6to. de Caballería de Teniente Rinaldi, en el 9no. de José Belloni y en el 1ero. de Ingenieros de la calle Chimborazo y San Martín. En este último, a los compañeros Oribe Pérez,Marquito Velazco , a su hermana y a otros, los sacaron a punta de bayoneta, diciéndoles que si otra vez pasaban por ahí, los iban a matar..

Podría seguir relatando un libro entero, sobre lo que hicimos durante la huelga y su resistencia, bastante ausente hoy, en las crónicas de los escritores. Pero lo hago aquí para recordarlos.

Termino hoy este relato, con un recuerdo para que se registren sus nombres.. Los obreros del Sindicato de la fábrica textil TUPLAN, de la calle Veracierto y Zumarán hicieron un paro para realizar una asamblea, y en ella, echar del sindicato a un carnero (sólo uno en 550 obreros). La empresa quiso impedirlo y llamó a la policía. En medio de la asamblea se metió el comisario de la 16, que venía con un camión de policías. La asamblea siguió como si nada.

El comisario y su escolta los miraban asombrados. El Negrito, así era su apodo, y cuyo nombre hoy no recuerdo, dijo en la asamblea "los que estén de acuerdo con la expulsión de este carnero que levanten la mano. Un bosque de manos se alzó.

"Bajen las manos". "Levanten la mano ahora los que estén en contra de la expulsión. El Negrito dijo: "desafiliado por unanimidad". El comisario bajó la cabeza. Con un escolta subió la escalera para hablar con la empresa. Nadie sabe lo que ahí les dijo, pero cuando bajó, y mientras el portero le abría el portón de fierro se le escuchó decir:" ….El sindicato le ganó a la empresa. Que los parió"

Por hoy basta porque me pasé de largo.

Flaco Washington, Gordo Vega, Luis Silva, Severino, Eguren, Várela (que te nos fuiste), Toledo (que te nos fuiste),Mabel Lamadrid, Chichi, Isabel, Castrito, Hugo López, Negro Denis, y tantos cientos a quienes siempre recuerdo. Cuánta valentía política! Cuánta conciencia revolucionaria! De ustedes también es este 2do. Congreso del Pueblo.-

Thelman Borges.
Ex obrero de SADIL.-