La responsable de Organización de la Unión Nacional de Asalariados, Trabajadores Rurales y Afines (UNATRA) y presidenta del Sindicato Único de Trabajadores de Tambos y Anexos (SUTTA), María Flores, expresó que el 30 de abril, en el marco del Día del Trabajador Rural, se llevará a cabo un llamado de alerta en términos de reflexión. El objetivo es promover la presencia de un Estado más activo y que garantice de manera efectiva el cumplimiento de los derechos de los más vulnerables.
La Ley 19.000, de noviembre de 2012, declara el 30 de abril de cada año como el “Día del Trabajador Rural”, considerándolo feriado no laborable pagado para los trabajadores que desempeñan esta actividad. Además, la normativa vigente dispone que el Poder Ejecutivo organizará y promocionará, durante ese día, las actividades y medidas necesarias destinadas a difundir la importancia de la labor del trabajador rural en Uruguay.
En este contexto, el martes 30 de abril a las 21 horas, se llevará a cabo en el Salón MEVIR 2 de la ciudad de Santa Rosa, Canelones, una noche de reivindicaciones y festejos. Cada uno de los sindicatos vinculados con la actividad rural, como la UNATRA y el SUTTA, entre otros, abordarán las diversas problemáticas que enfrentan en la actualidad. Además, se ofrecerán diferentes espectáculos, como un concurso de talentos con la participación de jóvenes rurales de todo el país, guitarreadas, payadores y sorteos.
Los organizadores de la actividad esperan una amplia participación de los diversos gremios rurales de todo el país, donde tendrán la oportunidad de plantear sus problemáticas actuales. Esto se debe a que la realidad de un sindicato del tambo en el centro del país difiere significativamente de la de un gremio jornalero o de los trabajadores de la zafra de la naranja, limón o vitivinícola. “Se trata de realidades distintas, con Consejos de Salarios diferentes”, expresó María Flores al Portal del PIT-CNT.
La dirigente gremial señaló que una de las principales problemáticas para los trabajadores y trabajadoras rurales es la falta de visibilidad. “Somos la fuerza silenciosa que impulsa a un país. Merecemos ser visibilizados”, afirmó.
Flores remarcó que aún queda mucho por lo cual luchar, ya que se habla de un ficto de alimentación y vivienda de poco más de 5.000 pesos, que está presente en el laudo por los Consejos de Salarios y ha sido extendido en el tiempo, y la lucha por ese dinero ha significado un desgaste importante para los dirigentes sindicales.
“Cuando discutimos salarialmente, nos damos cuenta de que el ficto de alimentación y vivienda, que es de poco más de 5 mil pesos, nos coloca en la posición de estar discutiendo sobre migajas. La contraparte nos ofrece esas migajas. Yo quisiera poder cubrir al menos la mitad de la canasta básica, pero en realidad estamos negociando por las migajas que la otra parte está ofreciendo”, sentenció.
Dijo, por ejemplo, que en el sector ganadero se paga 2.800 dólares por un carnero de exposición, lo cual supera lo que gana un trabajador rural en todo el año.
“Los trabajadores rurales sabemos que cada vaca Holando tiene un valor entre 1.500 y 1.800 dólares, y diariamente movemos alrededor de 700 vacas. Somos conscientes del capital que gestionamos”, expresó la dirigente sindical.
Por otro lado, Flores cuestionó que el Estado no esté cumpliendo con la Ley 19.000 en referencia a que el Poder Ejecutivo organizará y promocionará actividades y medidas destinadas a difundir la importancia de la labor del trabajador rural.
En relación con las condiciones laborales y los casos de abuso o maltrato físico, manifestó que al Ministerio del Interior le preocupa la faena clandestina, pero no los trabajadores y su contexto.
“Muchas veces no hay policías femeninas disponibles para tomar declaraciones a una trabajadora rural. En ocasiones, la comisaría del pueblo está cerrada debido a la falta de personal o de combustible. Una trabajadora rural golpeada debe desplazarse hasta 30 kilómetros para presentar una denuncia por violencia física, y a veces se encuentra con la falta de personal capacitado para recibir la denuncia”, cuestionó.
“En el interior profundo, ocurre que a la trabajadora le da vergüenza denunciar debido a cómo será tratada o porque su denuncia quedará registrada en un cuaderno que luego podría ser leído por todo el pueblo”, añadió.
También cuestionó que en ciertas ocasiones, al solicitar una reunión con el jefe de policía, este fije una fecha para dos meses después, lo cual es demasiado tiempo para una trabajadora que ha sido maltratada.
Por todo ello, Flores expresó que el próximo 30 de abril se llevará a cabo un llamado de alerta en términos de reflexión, con el objetivo de promover la presencia de un Estado más activo, a través de los ministerios del Interior y Trabajo, y que sea una garantía efectiva para los más vulnerables.