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Integrante de las Comisiones Obreras de España
Félix Ovejero: “Es momento de unir a los sindicatos internacionales para contrarrestar a la extrema derecha”
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Félix Ovejero

El integrante de la Secretaría de Relaciones Internacionales de Comisiones Obreras de España (CCOO), Félix Ovejero, destacó en visita a Montevideo, la importancia de “fortalecer el movimiento sindical frente al resurgir de la extrema derecha y los desafíos globales”. En una entrevista reciente con el Portal del PIT-CNT subrayó que “la creciente desigualdad y la impunidad favorecen a la ultraderecha”, señalando que los sindicatos "deben estar a la vanguardia en la lucha por los derechos laborales y la redistribución de la riqueza".

Ovejero enfatizó la necesidad de “consolidar el derecho de huelga y fortalecer la cooperación internacional, particularmente en América Latina, donde el sindicalismo ha jugado un papel crucial en la defensa de la democracia”. Ovejero hizo un llamado a los partidos de centro-izquierda progresista a recuperar su agenda, remarcando que los sindicatos deben trabajar juntos para contrarrestar las amenazas a la justicia social y la paz mundial.

Ovejero, quien se encuentra en Uruguay como parte de una delegación de CCOO encabezada por Cristina Faciaben, responsable de la Secretaría Internacional, Cooperación y Migraciones, habló con el Portal del PIT-CNT sobre los proyectos de cooperación entre las Comisiones Obreras de España y la central obrera de Uruguay.

“El objetivo principal de nuestra visita es fortalecer las relaciones con el movimiento sindical uruguayo, en particular con el PIT-CNT, y analizar cómo podemos alinearnos con nuestros respectivos gobiernos, ambos de perfil progresista, en los grandes debates internacionales sobre el mundo del trabajo”, dijo.

Entre estos temas destacan “el derecho de huelga, que está siendo cuestionado a nivel global y actualmente se encuentra en la Corte Internacional de Justicia; la reducción de la jornada laboral, un asunto de gran relevancia tanto en la agenda sindical uruguaya como en la internacional; y los sistemas de pensiones públicos, su sostenibilidad y mejora, un tema clave tanto en Uruguay como en el ámbito mundial”.

"Asimismo, buscamos explorar cómo podemos apoyarnos mutuamente a través de la firma de un convenio de colaboración entre ambas centrales sindicales. Además, aprovechamos esta visita para invitar al PIT-CNT a nuestro XIII Congreso, que se llevará a cabo en junio de este año".

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Félix Ovejero

El integrante de la Secretaría de Relaciones Internacionales de las CCOO de España expresó su preocupación por el acceso a la vivienda. "Los movimientos obreros y la sociedad española en su conjunto están muy preocupados por el acceso a la vivienda. En España, la vivienda se ha convertido en un bien de lujo, ya que no está al alcance de una persona trabajadora, y menos aún de los jóvenes. Y cuando bienes esenciales como la vivienda se utilizan como una fórmula de inversión o cuando se privatizan servicios fundamentales como la salud o la educación, se pierden los valores de la democracia. Esto excluye a sectores de la población del sistema y los vulnerables a discursos demagógicos de la extrema derecha, que manipulan estas problemáticas y desvirtúa el Estado de bienestar, el cual ha sido construido y sostenido deja por los trabajadores, que también somos sus principales beneficiarios", aseguró.

Por este motivo, agregó que los trabajadores deben ser los “máximos defensores” de las políticas públicas que garantizan estos derechos. "En Uruguay, estas políticas han sido el resultado de las luchas del movimiento sindical y de fuerzas políticas progresistas. En Europa, los sindicatos hemos desempeñado y seguimos desempeñando un papel fundamental en su defensa".

Al ser consultado sobre el avance de la ultraderecha y los neofascismos en algunos países del mundo, caracterizados por una gran violencia discursiva, Ovejero recordó una frase que le dijo un antiguo secretario general de Comisiones Obreras: “Los derechos no se heredan, se conquistan y se defienden”.

En este sentido, remarcó que si los trabajadores organizados pensaban que existía un statu quo en el que los derechos iban a permanecer inalterables, “llegó Donald Trump y dijo: 'No, ¿por qué?'”.

Sin embargo, remarcó que “con una articulación de la extrema derecha a nivel internacional y distintos grados de penetración en las sociedades, la sociedad uruguaya, por ejemplo, ha manifestado su rechazo a un partido negacionista de la dictadura que defendía a quienes cometieron crímenes durante ese período”.

Por otro lado, Ovejero se reunirá con el ministro de Trabajo y Seguridad Social, Juan Castillo, ya que considera que la izquierda debe recuperar el mundo del trabajo en su agenda. "No puede ser que el mundo del trabajo quede al margen de las políticas públicas de las izquierdas. El empleo y las condiciones laborales deben estar en el centro de las prioridades, más allá de las políticas económicas que los gobiernos desarrollan".

"Estamos trabajando en un proyecto muy interesante, sin financiación pública, que llevamos adelante con nuestros propios recursos, en conjunto con la CGIL de Italia, la CTA de Argentina, la CUT de Chile y la CUT de Brasil. Nos dimos cuenta de que estas cinco centrales sindicales tenemos en común haber vivido dictaduras y conocer de primera mano qué significa la extrema derecha en el poder. Más allá de que esta iniciativa surgió durante la pandemia para abordar ciertos temas y romper el aislamiento que sufríamos, también nos enfocamos en cómo enfrentar a la extrema derecha desde los centros de trabajo”, dijo.

El proyecto, que cuenta en parte con el apoyo de la Fundación Rosa Luxemburgo, será presentado a nivel internacional en Berlín. "El resultado surgió del debate sobre el papel del movimiento sindical, desde las estructuras de base hasta las direcciones de los sindicatos, en la lucha contra el discurso de odio y las falsedades que difunde la extrema derecha. Actualmente, una parte de los trabajadores está aceptando ese discurso, y esto no ocurre solo en Europa, sino también en Estados Unidos, donde muchos trabajadores, incluso migrantes, han apoyado y siguen apoyando las tesis de Trump, votando por opciones políticas que, en realidad, les negarán sus propios derechos", lamentó.

Ovejero añadió que la intención es continuar trabajando en este proyecto y que la incorporación de la visión del PIT-CNT podría resultar muy interesante. “Lo estamos conversando y evaluando qué espacios de debate podemos generar en conjunto con el PIT-CNT”, señaló.

Expresó que otro aspecto a considerar es el impacto del acuerdo entre la Unión Europea y el Mercosur, que ya está pactado y se firmará en breve. “Más allá de las posiciones que tengamos los sindicatos, debemos analizar cómo influir en los gobiernos para que el empleo y su calidad sean una prioridad, y para que la defensa de los derechos de los trabajadores, las trabajadoras y el medio ambiente sea una realidad. También debemos evaluar cómo establecer un diálogo con gobiernos progresistas que rompan con las estructuras tradicionales, evitando contradicciones entre las políticas de los ministerios de Economía y las de Trabajo”, dijo.

"Es fundamental impulsar estos espacios y definir estrategias, incluso fuera del acuerdo, ya que estos temas no están contemplados en él. Sin embargo, podemos trabajar en la creación de un foro laboral dentro del Mercosur y la Unión Europea, donde realizamos un seguimiento sindical de los asuntos que nos preocupan. Entre ellos, el respeto por la negociación, la libertad sindical, la promoción del trabajo decente y la igualdad de oportunidades en estos espacios comunes, principios que el PIT-CNT y Comisiones Obreras siempre hemos defendido en conjunto", remarcó.

Recuperar espacios de relación y confianza

"Yo creo que tenemos que recuperar los espacios de relación y confianza que teníamos hace años. También hay debilidades de nuestra parte. Es decir, el movimiento sindical europeo y, en particular, Comisiones Obreras, ha sido duramente castigado por los gobiernos de derecha que han gobernado en España", manifestó el dirigente sindical español. Dijo que la crisis de 2008, bajo un gobierno de derecha, tuvo como primer objetivo “debilitar” a las CCOO. Durante la gestión de Mariano Rajoy, “se implementó una de las legislaciones más regresivas y represivas en materia de derecho de huelga, lo que llevó a que cientos de compañeros y compañeras fueran enjuiciados simplemente por ejercer ese derecho. Esa situación nos obligó a mirar más hacia adentro que hacia afuera, pero también nos hizo valorar el papel de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) como una organización internacional clave, donde convergen sindicatos, empresarios y gobiernos. Como mencionábamos antes, queríamos consolidar el derecho de huelga, pero este estaba siendo cuestionado, lo que reforzó nuestra necesidad de enfocarnos en su defensa", dijo.

Añadió que ahora, aprovechando esta oportunidad de articulación, el objetivo es fortalecer la parte del continente americano donde el sindicalismo es más sólido. "No hay en América Latina una región con un movimiento sindical tan fuerte como el del Cono Sur, con su historia de resistencia. Han jugado un papel fundamental en la lucha contra las dictaduras, en la defensa de la democracia y en la conquista de derechos para una gran parte de la población, con reconocimiento institucional, independientemente de si gobierna la derecha o la izquierda".

Dijo que el presidente argentino Javier Milei "tiene claro que su principal enemigo es buscar el movimiento sindical argentino, porque es quien le hará oposición y quien ya está llenando las calles en protesta. Por eso, es clave mejorar los mecanismos de coordinación y articulación entre Comisiones Obreras, el PIT-CNT en Uruguay y otras organizaciones como la CTA de los Trabajadores en Argentina y la CUT en Chile, que enfrenta un momento inquietante, especialmente considerando que las elecciones de este año no pintan nada bien. También debemos nuevos espacios de colaboración".

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Presidente Milei

Ante la pregunta de si se imaginaba el resurgimiento de los fascismos, respondió que por un lado nunca lo imaginó, "porque uno no quiere creerlo, pero cuando la izquierda pierde las banderas de sus valores, cuando la desigualdad sigue creciendo de manera injusta y cuando el poder de las empresas supera al Estado, hay una parte de la población que no tiene nada que perder y, entonces, le da igual. ¿Quién se hubiera imaginado hace seis años que un personaje como Milei, que era visto como un payaso en la televisión argentina, sería elegido presidente con la cantidad de votos que obtuvo?", dijo.

Agregó que “cuando los partidos progresistas y de izquierda pierden el apoyo de una parte de la población, deben hacer una revisión crítica de sus actuaciones en los últimos años, porque ese desencanto ha sido el caldo de cultivo de la extrema derecha”.

"También influye la impunidad. Cuando la gente ve que algunos pueden robar y estafar sin consecuencias, mientras que a un joven que hurta en un supermercado le caen penas de cárcel, se genera un problema. Si eso afecta a pocos, no se percibe como una crisis, pero cuando cada vez más personas se sienten excluidas del sistema, el problema crece. Y, en el fondo, se trata de la distribución de la riqueza", comparó. Por eso, "los sindicatos están en la primera línea de ataque de la extrema derecha, porque siguen promoviendo políticas de redistribución de la riqueza. Y en este sentido, la herramienta de la negociación colectiva es fundamental. Por eso, países como Uruguay y su sindicalismo deben sentirse muy orgullosos de la defensa que han hecho de este sistema, ya que ha permitido -aunque de forma quizás insuficiente- una redistribución de la riqueza en el país”.

En cuanto a la posibilidad de que la situación empeore a raíz de los distintos frentes bélicos en el mundo, dijo que en Europa se está viviendo una guerra "como no se había vivido desde mucho tiempo atrás”.

“Tenemos que fortalecer el papel de las organizaciones sindicales en la defensa de la paz; ese es un valor de los trabajadores. Cuando ha habido guerra, nos han dividido. Las internacionales históricas se separaron debido a la participación de los países y los gobiernos en la Primera Guerra Mundial. Los sindicatos somos los primeros interesados en la paz, y debemos fortalecer el movimiento sindical internacional, que está muy debilitado, más allá de las afiliaciones a una internacional u otra”, dijo.

“Soy optimista, porque no podemos ser otra cosa. No vale con quedarse en casa ni decir 'esto está muy mal'. Hemos vivido momentos peores. Aquí, en Uruguay, hubo una dictadura cruel y, a pesar de la persecución brutal, el PIT-CNT y los sindicatos salieron adelante. Alemania, que son de centro-izquierda progresista, y tienen que recuperar esa agenda. Debemos incorporarlos a espacios internacionales donde nuestras voces sean mayoritarias respecto de otras que no les importan estos temas y, al final, representan a élites que no son trabajadores y trabajadores. Ellos tienen otros espacios para defender sus intereses, y no los defienden ni las organizaciones sindicales ni las de izquierda, entendiendo esta última en un sentido muy amplio”, sentenció.