
En la localidad de La Paz, departamento de Colonia, hay familias a las que les arrebataron eso mismo, la paz, la tranquilidad. En algún momento, alguien con poder robusto, con privilegios de esos que se heredan o se apropian con pocos matices de escrúpulos, creyó que tenía el derecho de decidir sobre la vida otros, tan solo porque así son las cosas. Alguien decidió lo que estaba bien o mal. Sin derecho al pataleo, al disenso, sin derecho a chistar. Mucho menos a exigir el cumplimiento de sus derechos.
Daysy sabe lo que es sufrir abuso de poder. Fue la primera mujer que se animó a denunciar las injusticias que sucedían en Los Nietitos, la empresa uruguaya que fue adquirida por capitales franceses.
Ella se animó a denunciar el acoso laboral y no se arrepiente.
"El camino ha sido duro pero no me arrepiento"
Daysy está convencida del camino que tomó. Sabiendo que en un pueblo chico no sería fácil denunciar a la empresa que emplea a un quinto de la población, con todo lo que ello implica.
"Sigo dando batallas a nivel de la Justicia, pero ellos trancan todo. Yo sigo con mi reclamo laboral pero sigo pasando injusticias".
En setiembre de 2020, Daysy denunció haber padecido violencia física por parte de la dirección de la empresa y al poco tiempo, casualmente la empresa contraatacó con una demanda por estafa y un despido por "notoria mala conducta", gracias "a una caricatura de auditoría" que rápidamente quedó al descubierto. Sin embargo, como suele suceder en estos casos, la acusación suele tener más prensa que el desmentido. Además, los medios suelen tratar con mucha mayor cordialidad a los anunciantes que invierten dinero en publicidad que a las y los trabajadores del pueblo. Vaya novedad.
Así las cosas, el daño estaba hecho.
Para ella, "fue una grosera represalia".
Lo que siguió después fue un largo camino de sufrimiento en una batalla desigual.
"Mis padres están dañados, todo esto les afectó sus vidas, han padecido estrés, mi esposo también fue afectado, a él lo despidieron también como represalia pero a pesar de ello, insiste en que no debo aflojar; mis hijos también son mi sostén y me dicen que no afloje. Y yo no pienso aflojar".
En agosto, Daysy tendrá una nueva instancia judicial en su larga batalla para lograr que se haga justicia.
Mientras tanto, ella se reinventó y pacientemente, dedica su tiempo a un emprendimiento familiar para salir adelante.
Cacería para atrapar díscolos
Por estas horas, se han conocido nuevas denuncias de persecución de la empresa Los Nietitos en el departamento de Colonia contra sus trabajadores. Según denunció una delegación de la ONODRA ante la Mesa Representativa del PIT-CNT este lunes 14 de julio, "la política del terror y el miedo de la empresa Los Nietitos, está en su peor momento, los empresarios están envalentonados".
La ONODRA ya advirtió que "esto no quedará así" y darán pelea y no descartan realizar una movilización en la Embajada de Francia en Uruguay para reclamar "que se hagan cargo de las acciones persecutorias que están adoptando los empresarios y mandos gerenciales uruguayos y que marquen un cambio de rumbo claro para respetar las normativas laborales vigentes" en nuestro país.